Uno de los grandes problemas ecológicos a los que nos enfrentamos hoy en día es la deforestación, es decir, la eliminación de la vegetación natural de un ecosistema forestal por diferentes causas como la tala descontrolada de árboles, cambio de uso del suelo para agricultura y ganadería, minería, construcción de carreteras o por fenómenos naturales como incendios naturales, deslizamientos, inundaciones entre otros.
Este problema nos puede llevar a la desertificación, que es la pérdida del suelo fértil y productivo y se convierte en un grave problema que empeora la crisis climática del planeta. Una de las soluciones a este problema es la Reforestación, que consiste, básicamente, en plantar árboles y arbustivos de preferencia con especies nativas de rápido crecimiento; allí donde quedan pocos o ya no existen, y monitorearlos de la manera adecuada para que se pueda regenerar el bosque.